La Ruta de la Hansa comprende las diferentes ciudades que formaron
parte de la Liga Hanseática. Esta liga fue creada por los comerciantes
marítimos alemanes del siglo XIII para defender los intereses económicos de la
zona. Hasta 225 ciudades llegaron a ser parte de la Liga y se encontraban cerca
de las costas principalmente del Mar Báltico. La Liga Hanseática tuvo una gran
influencia económica, política y comercial durante 4 siglos. A día de hoy, la
red está compuesta por 190 ciudades y cuenta con muchos lugares declarados
Patrimonio de la Humanidad. Además, la Ruta de la Hansa nos muestra un pasado
europeo común, por lo que se considera precursora de la actual Unión Europea.
La ruta pasa por: Alemania,
Letonia, Países Bajos, Polonia, Federación Rusa y Suecia.
Algunas de las ciudades que formaron la Liga Hanseática son:
Hamburgo una de las ciudades más turísticas de Alemania. Con dos barrios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El centro histórico está lleno de canales y edificios de estilo neerlandés, por lo que recuerda un poco Ámsterdam. El Ayuntamiento, la iglesia de San Miguel, el lago Alster, el parque “plantas y flores”, la filarmónica de Elba y el mercado Fischmarkt son los lugares más importantes que ver y no dejan indiferente a nadie. Además, Hamburgo tiene una vida nocturna muy divertida y con gran variedad de actividades.
Canales de Hamburgo
Lubeck: esta ciudad es considerada la capital de la Hansa. Su casco histórico está considerado Patrimonio por la UNESCO ya que además de ser como el de un lugar de cuento, tuvo la suerte de sobrevivir a los bombardeos de la segunda guerra mundial. A través de la Holstentur, también Patrimonio, se entraba a la ciudad en el siglo XIII, y era un símbolo del poder de la ciudad. Después de verla, se encuentra la zona de jardines y canales, que llevan hacia el casco histórico. Hay numerosas iglesias en Lubeck y casi todas se pueden visitar. Las más bonitas son la catedral de Dom, la iglesia de St. Petris, a la que se puede subir a contemplar sus vistas y la iglesia de St. Marien, la tercera más alta de toda Alemania. Merece mucho la pena pasear por las calles del centro ya que están muy bien conservadas y son muy antiguas.
La Holstentur de Lubeck, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Riga: La siguiente parada es Riga, otra ciudad antiquísima. Su mercado data del 1201 y su enorme edificio fue usado por los nazis para almacenar zepelines. Como muchas de las ciudades Europeas, la plaza del Ayuntamiento es una visita obligatoria, y en Riga además, hay que pasar por el monumento a la libertad, en honor a los caídos en la guerra de Independencia de 1918. También merece la pena visitar la Ópera Nacional, la Iglesia de San Pedro y la Catedral de Riga y por supuesto pasear por el centro de la ciudad. Allí se encuentran los tres hermanos, unas casas cuyas fachadas se encuentran intactas desde 1646. Recordemos que el gran atractivo de la ruta de la Hansa, es la antigüedad de sus ciudades y la importancia que tuvieron en la economía de la zona.
Plaza del Ayuntamiento de Riga, e Iglesia de San Nicolás
Kampen: es una ciudad hanseática con una gran historia marítima y comercial. Distribuida a lo largo del río Ijssel, esta gran ciudad cuenta con más de 500 monumentos antiguos. Tiene, como todas estas ciudades, dos puertas de entrada y salida a la ciudad, la Puerta Korenmartk y la Puerta del Pescado. La plaza del Ayuntamiento es otro lugar interesante ya que antiguamente era donde se alojaba el mercado de venta de pescado. La iglesia de San Nicolás, la Casa Gótica y el Museo Municipal, son otras atracciones principales de esta ciudad holandesa.
La Puerta Korenmarkt de Kampen, antiguo lugar de entrada a la ciudad
Gdansk: Gdansk es otro gran ejemplo de ciudad portuaria que en su día fue una gran potencia económica. Además de toda la historia que tiene esta ciudad polaca, sus construcciones son también muy bonitas. Destaca la puerta Verde, situada al lado del canal, la fuente de Neptuno, el museo de historia, que anteriormente era el lugar de reunión de los comerciantes, la Iglesia de Santa María que data de 1502, el Museo de la IIGM que empezó simbólicamente en la ciudad de Gdansk, y por último la Golden Gate, que se utilizaba como puerta de salida de la ciudad, al igual que la puerta verde se utilizaba como entrada.
Vista del río de Gdansk
Nóvgorod: considerada la ciudad en la que nació Rusia, este pequeño asentamiento es una de las ciudades más antiguas que formaron la liga hanseática. En ella destaca su Kremlin, muy bien conservado, la Iglesia de San Andrés, la Catedral de Santa Sofía y la Cámara de los Lores, dentro del Kremlin, conocida por sus 33 puertas.
Vista aérea del Kremlin de Nóvgorod
Visby: es la capital de la isla de Gotland, situada en medio del mar báltico, frente a las costas de Suecia y de Letonia. Se trata de una ciudad medieval amurallada en la que los vikingos hacían escala en sus viajes por el Báltico. En el interior de la ciudad destacan las ruinas de la Iglesia y la Catedral de Santa María, muy bien conservada, pero sin duda lo mejor es pasear por sus callecitas. A pocos metros de la Catedral, se encuentra una colina que lleva hacia el barrio de Klinten, desde el cual se tienen vistas panorámicas de la ciudad y del mar Báltico. Sin duda merece la pena visitarla por toda la historia que tiene esta ciudad de navegantes y comerciantes, que desde el año 1995, se considera Patrimonio de la Humanidad.
Muralla de Visby y casco histórico desde el aire
Irene Ganso Sánchez-Bermejo
María Gómez Mercado
Rubén Pascual Martín
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