El olivo ha marcado con su presencia, además del paisaje, la vida cotidiana de los pueblos mediterráneos al ser un árbol mítico y sagrado que se asocia a sus ritos y a sus costumbres, y que ha influido en sus estilos de vida, creando una civilización milenaria, la “civilización del olivo”. La motivación de las Rutas del Olivo siguen los pasos de esta civilización, desde Grecia hasta los países euromediterráneos, para conocer profundamente la influencia que ha marcado a muchas civilizaciones.
Pasa por Albania, Argelia, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Liban, Marruecos, Portugal, República de Macedonia del Norte, Eslovenia, España, Túnez y Turquía.
Entre los principales recursos turísticos destacamos:
1. Tras-os-Montes (Portugal): esta ruta que atraviesa 15 municipios por Portugal nace de la necesidad por parte de instituciones públicas y privadas de promover y poner en valor el territorio trasmontano a través de su más genuino embajador: el aceite de oliva, con el objetivo de convertir este producto en elemento dinamizador del turismo y la economía local.
2. Mallorca (Islas Baleares): parte de la vida de Mallorca gira alrededor del olivo y de su fruto, el oli de Mallorca. Las rutas que se proponen son proyecto de Oleorutas y consisten en un itinerario a pie de 12 kilómetros y que recorre la Sierra de Tramuntana y otras poblaciones.
3. Comunidad valenciana, Cataluña y Aragón: la Mancomunidad de la Taula del Sénia está formada por 27 municipios (15 valencianos, 9 catalanes y 3 aragoneses) situados alrededor del río Sénia y del macizo de Els Ports. Se pueden admirar más de medio centenar de olivos milenarios en poco más de dos hectáreas, entre ellos el más grande de Cataluña, la Farga del Arión, la Farga del Pou del Mas, el Olivo de las Parejas.
4. Los aromas y sabores de la Provenza en verano (Francia): con cinco Denominaciones de Origen, Nyons, Aix-en-Provence, Haute-Provence, Vallée-des-Baux y Niza, el aceite de oliva virgen extra está muy presente en la gastronomía de esta región del sur de Francia y forma parte de sus más afamadas rutas como la de la lavanda, que permite descubrir algunos de los pueblos más bellos y pintorescos del país galo. En la localidad medieval de Nyons, por ejemplo, conocida como “le petit Nice” (la pequeña Niza), el aceite de oliva es el gran protagonista, gracias a un clima excepcional que la convierte en el lugar situado más al norte de Europa dedicado al cultivo del olivo.
5. Los colores verde oliva de Istria (Croacia): en Istria existen siete rutas del aceite de oliva en las que 150 productores ofrecen a los visitantes su exquisito AOVE. Desde hace más de 2.000 años los agricultores istrianos han cultivado y preservado las 11 variedades de aceituna autóctonas de la península, caracterizadas por su tolerancia a bajas temperaturas y de las que se obtienen aceites muy aromáticos. Con tan sólo 1,6 millones de olivos, el virgen extra procedente del territorio presume de ser uno de los más caros del mundo, con una media de 20 euros por litro.
6. Liguria y la Riviera italiana (Italia): la Liguria occidental (noroeste de Italia) se caracteriza por sus extraordinarios olivares de la variedad taggiasca cultivados en terrenos escarpados y abruptos. La ruta parte de la ciudad medieval de Taggia, por la que se visitan muchos bellos pueblos de Italia.
Autores:
Paula García de Andoain
Juan López Navarro
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